¿Entonces qué hay que hacer?
Lo principal es no descamarse por que ahí es donde el color desaparece; así que debemos compensar con rehidratar intensamente. Tené en cuenta humectar y sellar la piel al menos una vez al día, con productos que contengan activos calmantes y reestructurantes, como vitamina C, silicio, aloe vera y aceites de argán, coco, palta, jojoba etc.; podrás notar con ellos que la piel se vuelve más flexible y luminosa. Utiliza un par de veces por semana, un exfoliante suave de base cremosa (puedes asegurarte que el exfoliante es el adecuado por que no “pincha” cuando lo frotas sobre tu piel), para eliminar las células muertas suavemente y unificar así el tono, no utilices guantes exfoliantes, luego de la ducha al momento de secarte, hazlo con toques suaves para evitar estimular con la toalla que la piel se descame. En el rostro, fundamentalmente el contorno de párpados, cuello y escote es aconsejable sumar un sérum del tipo revitalizante con vitamina C y ácido hyalurónico ya que son las zonas mas dañadas normalmente. También podemos sellar con ceramidas o ADN vegetal. Y en esta etapa de rehidratación intensiva pueden ser muy útiles las cremas del tipo nutritivas con colágeno y elastina, por que poseen aminoácidos que adsorben sobre la capa más superficial de la piel, gran cantidad de agua ya que son higroscópicas. Las cápsulas bronceadoras, son otro aliado en prolongar el bronceado, ya que no tienen contraindicaciones además de contribuir con betacaroteno y minerales que estimulan la producción de melanina; así que continúa con ellas para reforzar el tono, por un par de semanas luego de la exposición.
También puedes comenzar a utilizar autobronceantes una semana después de regresar de las vacaciones, y continúa su uso dos veces por semana para reforzar y prolongar mas el bronceado. El inconveniente de los autobronceantes son el olor propio de la sustancia que se oxida con nuestra piel y nos da el color, y que este activo (dihidroxiacetona) tiene en su composición química un alcohol y como tal notarás que la piel se reseca cuando lo utilizas, por ello es fundamental combinar con las cremas y/o emulsiones hidratantes.
Aprovechar de las horas de buen sol para mantenerlo también es fundamental, ten en cuenta tomar al menos 15 min por día para mantener el tono, pero hazlo en horas adecuadas.
La alimentación, es fundamental en este proceso, así que no dudes en comer, sobre todo, verduras y frutas de temporada, puedes comer berenjenas, apio, brócoli y espinacas que aportan zinc, silicio y vitamina E; y aquellas cuyo color nos evoque el beta-caroteno, es decir, zanahorias, tomates, duraznos… La vitamina E, elimina los radicales libres, responsables del envejecimiento cutáneo pero hay que activarla con vitamina C, así que no olvides los cítricos, y recuerda no olvidar beber toda el agua e infusiones naturales que desees ya que sin agua no es viable ninguna función de reparación metabólica.
Los batidos y licuados naturales y coloridos a son la mejor elección a la hora de refrescarte y mantener tu tono.
Finalmente, recordá que la cosmetología ha avanzado mucho y hay una gran variedad de tratamientos que pueden realizarse para contribuir a prolongar el bronceado, fundamentalmente el uso activos biotecnológicos que combinan de nutracéuticos y tratamientos de estimulación genética con excelentes resultados.
El uso de un astringente suave a base de romero, hamamelis y manzanilla es muy útil a la hora de refrescar a modo de bruma sobre la piel, y tiene un efecto “sellado” que evita la descamación, reforzando el tono bronceado.