Se trata de uno de los elementos más importantes del rostro. Además de darle un marco y expresividad a nuestra mirada; su función es la de resguardar a los ojos del polvo, el sudor y de la radiación solar.
Para conocer nuestras cejas a la perfección delimitemos en ellas tres puntos importantes: inicio, que es donde está el lagrimal del ojo; centro, a la altura de la pupila, y final, en el extremo final del ojo.
Lucirlas bien, es lo que va a definir nuestra mirada, nuestra expresión y el carácter que le queremos dar es muy importante. Por eso también es fundamental conocer qué tipo de cejas tenemos. Entre ellas podemos nombrar a las finitas o híper finitas, cortas, pobladas o despobladas, desordenadas o demasiado claritas que casi no se notan.
*Ojos grandes: depilar solo esos pelitos rebeldes que están alrededor de la ceja.
*Ojos pequeños: depilar la zona final de la ceja para darle apertura al párpado y provocar un efecto mayor en el tamaño del ojo.
*Ojos que están muy juntos es conveniente que se depile bien la unión de las cejas para darle apertura a la mirada.
*Para los ojos separados tendrías que hacer lo contrario a los que están juntos.
Una regla de oro: el punto central de la ceja siempre esté ligeramente más alto que el punto inicial y el punto final.
En el caso de que no estén muy pobladas o definidas, podes maquillarlas con un lápiz específico o sombra mate del tono lo más parecido, para darle un mejor aspecto y forma natural.
Con el pasar de los años... las cejas cumplen con la Ley de Gravedad y y las vamos perdiendo.
Éstas pasan por tres etapas: crecimiento, maduración y caída. Por eso es muy importante el cuidado que le dan y no hacerse cualquier cosa con tal de vernos mejor. Siempre es bueno estar asesorada por alguien experto en el tema.