5 tips para romper tu dieta...¡y no engordar!

El permitido es sagrado, pero no dejes que sea un obstáculo para tu objetivo final.
Hacer dieta es difícil. Hacer ejercicio también es difícil. Los dos requieren esfuerzo y dedicación y sobre todo, sacrificio. Pero hay veces en las que una simplemente tiene que darse un gusto. Leé nuestros 5 consejos para aprovechar al máximo tus “permitidos” sin que arruinen los logros de tu dieta.
Hacé ejercicio antes de darte un “permitido”
Si planéas romper tu dieta por una ocasión especial -algún festejo o una cena- una buena idea es intensificar tu régimen de actividad física los días previos. El gasto de calorías continúa incluso después de terminar de hacer ejercicio, y además es más fácil quemar las calorías extra de antemano, en lugar de esperar y ponerse al día después. Con esta táctica, también te vas a sentir menos culpable y vas a disfrutar por completo tu permitido, que es lo más importante.
Cociná tu propia comida
Aunque a veces dé flojera, cocinar en casa casi siempre es más saludable que salir a comer afuera o comprar comidas preparadas. Cocinarte tu propio permitido te permite controlar qué ingredientes usás y cuántas calorías va a tener. Si estás tentada de algo dulce, podés probar una receta con algún sustituto natural del azúcar, o si querés una pizza, podés hacerla con harina integral y queso light. Además, al haberte tomado el tiempo y el esfuerzo de hacerte tu propia comida, la vas a disfrutar todavía más.
Elegí tu permitido inteligentemente
A la hora de elegir tu permitido, priorizá siempre calidad sobre cantidad. Si vas a romper tu dieta, ¡rompela bien! Elegí una porción de esa torta que te encanta, no una factura seca que compraste en un kiosco cualquiera. Comer un sustituto de menor calidad esperando a que sacie tu antojo probablemente termine jugándote en contra, y vas a terminar comiéndote las dos cosas.
Que tu permitido sea una comida, no un día
Todas lo sabemos: mantener una dieta y un régimen de ejercicio no es nada fácil. Requiere demasiado esfuerzo y tiempo como para arruinar los resultados logrados en un sólo día. Date el gusto y cedé a tus antojos una o dos veces a la semana, cuando de verdad estés tentada. Pero comer comida chatarra todo el día no es lo cuerpo quiere, y ciertamente tampoco lo que necesita. Además, tomarse todo el día como permitido va a hacer que volver a tu dieta regular sea más difícil el día siguiente. El permitido debería ser una recompensa por todo tu esfuerzo, no una excusa para comer sin sentido.
Ejercé el autocontrol
En la misma línea, sólo porque sea un permitido no significa que tenés que excederte. Una porción de torta es más que suficiente para saciar el antojo, no hace falta comértela entera. Aunque sea una comida “trampa”, no es excusa para dejar de cuidar el tamaño de las porciones.
Además, asegurate de tomarte tu tiempo. Masticá lento y verdaderamente disfrutá de cada bocado. Pensá en la comida que estás comiendo y disfrutá la experiencia en su totalidad. Apagá la tele, sentate en la mesa y saboreá cada minuto.